Ya hace 10 años que escribí este artículo. Sin embargo, las realidades que subrayé en aquel entonces se exacerban ahora y llenan de pesar. Por lo tanto, lo he puesto al día. El Internet representa empoderamiento. Sin embargo, cuando los tontos tienen herramientas de comunicación masiva, el resultado es un cóctel Molotov hecho de codicia por el poder, falta de juicio, deseo de gratificación instantánea y una mentalidad donde piensan que tienen derecho a todo.
La ética no es crucial para quienes buscan engrandecerse. Por lo tanto, el empoderamiento en manos de los tontos solo conduce a la corrupción de las tradiciones. Pero ya estoy harta de ver cómo el uso indebido de las redes sociales está decapitando y destripando la nobleza de religiones como Lukumí, Palo y, en general, las religiones tradicionales africanas (ATR por sus siglas en inglés). El medio no es el monstruo, es un instrumento glorioso para la educación, la creación de redes y el intercambio de ideas. Aun así, lleva a muchos por un camino resbaladizo hacia la destrucción de tradiciones.
Algunos muestran su poder auto percibido subiendo en Internet fotografías de rituales considerados sagrados para las comunidades de Lukumí, Ifá, Vudú y Palo, entre otras ATR. El tema de cuando mostrar es uno difícil. Si bien algunas imágenes pueden abrir mentes y corazones y promover una mejor comprensión de nuestras culturas religiosas, otras van más allá de lo que deberían ver los ojos de quienes no han comprometido su vida al servicio de los Orisha, Lwá, Ifá o Nkisis.
Vamos a tratar con algunos ejemplos concretos para ilustrar cuando es necesario el abrir las puertas de un templo para ilustrar que, efectivamente, no hay allí nada sucio o vergonzoso escondido en nuestras prácticas religiosas.
El caso de Merced contra la Ciudad de Euless
En Texas, el caso de Merced contra la Ciudad de Euless provocó gran controversia debido a que la ciudad de Euless, Texas le prohibió al Obá Oriaté Merced llevar a cabo sacrificios de animales para las iniciaciones de santería. Merced, quien perdió su primer desafío ante la ley, fue respaldado en su apelación por el Fondo Becket para la Libertad Religiosa. El tribunal federal de apelaciones decidió que los agentes del orden de Euless, Texas, violaron los derechos religiosos de José Merced, cuando se le impidió sacrificar una cabra.
El caso recibió mucha atención de los medios. Merced, un líder mayor muy respetable, y mi padrino, tomó una calculada decisión de abrir las puertas de su igbodu y permitir a los medios tomar algunas fotos específicas del Día del Medio. Este es un día en el cual la comunidad es bienvenida a visitar al iniciado o Iyawó. La intención fue ilustrar las tradiciones Lukumí que son parte de costumbres bonafide y respetables, no el perpetuar la imagen espeluznante al estilo Hollywood. Lo que las fotografías muestran no es diferente a lo que vería con sus propios ojos cualquier invitado al Día del Medio y a la comida comunal de celebración. No hay secretos fotografiados o revelados.
Tradicionalmente un Iyawó no van a aparecer en una fotografía. Pero la única manera de dejar las cosas claras sobre lo que se ve ese día, para las decenas de miles de personas que nunca sería capaz de entrar a nuestro mundo, es mostrar fotos de buen gusto. Las imágenes seleccionadas proveen a la persona foránea a lo Lukumí con hechos. En este caso el incluir la foto del Iyawó no resulta ofensiva a la luz de la comprensión y el apoyo que se puede ayudar a obtener para la comunidad de santeros en Texas y en los Estados Unidos quienes luchan para reafirmar su derecho a practicar nuestra religión sin persecución e intervención del gobierno, tal como debe ser gracias a la protección de la Constitución de los Estados Unidos.
El mostrar poder porque se puede
Existen muchos practicantes de ATRs a quienes les gusta hacer despliegues de poder, solo porque pueden. El mostrar los pasos de una iniciación para ilustrar su auto percepción del poder de su casa no tiene lugar en nuestras comunidades. Es inapropiado el andar enseñando secretos a diestra y siniestra y esto me hace a hervir la sangre.
Ya que me gusta dar ejemplos concretos, cito uno que me dejo pensando. Mientras buscaba en página de Facebook di con unas fotos de un ilé en El Paso, Texas donde se mostraba el proceso de coronar a un Iyawó.
Una de las fotos, las cuales no voy a mostrar acá, muestra a una persona arrodillada en la estera recibiendo las pinturas que son parte de la ordenación de un Iyawó. En la otra foto se aprecia a la gente lista para el lavatorio. En la tercera foto se ve a la persona a cargo de las hierbas arrodillada sobre la estera.
A priori, las descripciones que proveo no suenan como gran misterio. Sin embargo, un Olosha respetuoso y que sabe el peso de esas ceremonias no las anda divulgando gráficamente para que lo vean los que no se han iniciado. No tiene sentido mostrar esas fotos. Esos son casos los cuales no puedo defender porque no son parte de una batalla por derechos. Solo son para mostrar a Oloshas en medio de ceremonias secretas. Lo que me molesta lo puedo resumir en dos puntos:
1. Esos pasos ilustran un misterio que debe ser parte del proceso privado de un Iyawó ya sea durante su kariosha como después al completar ceremonias subsiguientes. ¿Por qué es importante mantener esto en secreto? Los que conocen de pedagogía entienden el valor que tiene cuando exponer a estudiantes a ciertos conceptos, cuando están listos para asimilarlos. Una persona que recibe una iniciación debe entrar al igbodu libre de ideas preconcebidas y con una mente libre de imágenes de lo que va a vivir. De esa manera la mente está abierta a ser impregnada con conocimiento y para apreciar el proceso que se llevó a cabo sobre esa persona percibiéndolo con una perspectiva fresca. Sin embargo, si las fotos están plasmadas por Internet es como robarle a los iyawós de su inocencia en un proceso que debe mantenerse puro. Que me explique alguien ¿dónde está el beneficio en mostrar eso? ¿Las fotos sirven al bien mayor de la comunidad santera? No lo creo.
2. Responda a una simple pregunta, ¿qué rayos hace una persona en medio de una ceremonia con un teléfono inteligente a mano tomando fotos? Yo con mis mayores aprendí algo bien facilito, los aparatitos inteligentes no tienen cabida en el igbodu. Distraen, rompen la concentración y perpetúan una dependencia a no vivir el momento y andar documentado cosas que no tienen porqué ser compartidas. En un igbodu la única razón de abrir la boca es para cantar o para responder a alguna pregunta del Obá Oriaté. De lo contrario nadie tiene que estar meneando la sinhueso, chismorreando o sacando un teléfono para posar como figurín. El tiempo de trabajar es para trabajar. Cada acto que se lleva a cabo en el igbodu debe ser significativo y hecho con propósito y convicción. De lo contrario, sálgase del cuarto.
¿Le parece que soy demasiado seria cuando hablo de iniciaciones? El hacer un kariosha no es cosa fácil, es un proceso que le cambia la vida a un individuo y no es un proceso libre de riesgos. Todos, sin excepción, deben estar enfocados y sincronizados, trabajando para el bienestar y la transformación espiritual del Iyawó. Para mí, eso es cosa de gran seriedad.
Lo Bueno, lo malo y lo feo
Si piensa que soy fastidiosa cuando se trata de rituales Lukumí, entonces está por verme en otra nueva faceta. Cuando se trata del Palo Mayombe, tengo cero tolerancias para el despliegue de fotos. Nadie que no sea parte de mi Munansó entra al mismo. Así de sagrado es ese espacio para mis mayores y para mis hermanos y hermanas. ¿Necesito decir más del tema?
Sin embargo, en la comunidad palera la cosa esta grave y da mucha tristeza ver la preponderancia de payasos sin sentido dispuestos a fotografiar todos sus Nkisis y eso me llena de repugnancia. He visto fotos en Facebook que me dan dolor de estómago, están llenas de altares que no están bien construidos, de firmas (dibujos sagrados) que son disparates sacados de libros aún peor escritos y que no tienen ton ni son ni lógica pictográfica de comunicación. Peor aún veo como mezclan sin razón de ser a la Santísima Muerte, el curanderismo, la Magia Ceremonial, el Culto Diablo y hasta el Steampunk para hacer un sancocho repugnante el cual pretenden vender como Palo legítimo. Vaya usted a saber en qué están pensando los que destruyen la reputación de propia y de sus mayores con estos ridículos despliegues.
Las siguientes fotos tomadas de foros en Facebook ilustran a unas personas siendo "rayadas" en Palo, unos bonitos artículos a la venta ya "conjurados"(a saber de que se tratan) y lo que aprecio como una "firmas" bien creativas.
El empoderamiento en las manos de los necios sólo continuará conduciendo a mayor corrupción de tradiciones. La próxima vez que vea una foto de un ritual o de un misterioso objeto haga a un lado el deseo de satisfacer su curiosidad y medite por un momento sobre los motivos que pueda tener la persona que publica la foto. ¿Qué están tratando de transmitir? ¿Cuál es el propósito? ¿Sirve al bien de las ATR?
La Internet ha permitido a muchos lograr algo de poder porque representa un foro a su disposición que es inmediato y les ayuda a expresar opiniones, a disentir, a ilustrar su vida y compartir lo que viene a la mente. No hay forma de cerrar esas compuertas. Sólo espero que la lógica, la inteligencia y el decoro guíen los pasos de aquellos que tienen el poder de hacer o deshacer la belleza de nuestras religiones tradicionales africanas.
Omimelli
Oní Yemayá Ashabá
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